Si hacemos una lectura de la vida, ella nos muestra todo lo que tenemos que aprender.
Las cosas no son como queremos por capricho, la vida es un continuo cambio, en movimiento permanente.
Fluir con la vida, cambiar la mirada, el rumbo.
Ofrecer resistencias es caminar con los ojos cerrados.
No hay verdades absolutas, puntos de vista… hay infinitos.
No hay normas ni reglas, es mirar hacia adentro y observar:
¿Cómo es tu relación contigo mismo?
¿Con los demás?
¿Con las cosas?…
Sin juzgar, ser compasivos nos abre a otras posibilidades con nosotros y con los demás.
Somos seres humanos imperfectos, me doy permiso de sentir y vivir la experiencia en un cuerpo material.
Pasamos por distintas situaciones, dolor, tristeza, arrepentimiento, por más que entienda, no lo sé todo y acepta que los “bajos” son momentos de aprendizaje como los “altos”.
Aprender a vivir, no sobrevivir.
Reinventarnos, es una gran oportunidad, crear nuevas realidades y ver que las circunstancias son externas a nosotros.
Lo que nos diferencia entre unos y otros, es la realidad que cada uno siente que vive.